jueves, 22 de marzo de 2012

Bésame, Bésame Mucho…


 


Autor: Manuel Canosa
Besar es un gesto que puede significar muchas cosas, desde amor hasta reconocimiento, y que, generalmente, nos hace sentir bien.
Pero un beso también puede llegar a ser algo muy desagradable si pensamos en el mal aliento, o el agrietamiento labial y las  "calenturas"  causados por los virus que se pueden transmitir con este gesto (desde los del resfriado común a los de la enfermedad del beso).

Para evitar que se convierta en algo desagradable, es muy importante vigilar la higiene bucal y el cuidado de los labios:
  • Utiliza a diario un bálsamo labial o vaselina.
  • Usa protector solar sobre los labios cuando salgas al aire libre en días soleados.
  • Evita una exposición excesiva al sol.
  • Evita lamer los labios en que caso de sequedad, eso hará que se resequen más.
Si ya están agrietados:
  • Evita humedecerte los labios con la lengua, sólo te proporcionará un alivio temporal y los secarás aún más.
  • Trata los labios agrietados con un bálsamo labial que contenga cera de abejas o fenol. También puedes usar vaselina.
 
Esas incómodas boqueras

Las rágades o ragadías que se producen en torno a la boca, popularmente conocidas como "boqueras", están causadas por una infección vírica contagiosa común (herpes simple o HSV-1).

Consisten en grupos de diminutas vesículas que supuran un líquido claro, se secan, y finalmente desaparecen. Estas ampollas son contagiosas hasta que se curan del todo, proceso que habitualmente requiere una semana. Por lo general, el virus se transmite por contacto: de persona a persona, al besarse, al usar el mismo cepillo de dientes o al compartir otros utensilios.

Las rágades desaparecen por sí solas al cabo de una semana aproximadamente. Si notas que van a aparecer (generalmente por una sensación de cosquilleo o irritación), comienza a usar una crema antiviral que contenga aciclovir, inmediatamente. Con ella es posible acortar la duración del ataque, o incluso hacerlo más benigno. También puedes tomar Ibuprofeno para reducir la inflamación y colocar un cubito de hielo sobre la zona afectada para sentir un rápido alivio.

Acude a tu médico si presentas:
  • Cualquier síntoma nuevo e inexplicable
  • Rágades inusualmente frecuentes, acompañadas de fiebre, dolor de cabeza o muscular.
  • Vesículas que contienen pus en vez de un líquido claro.

El mal aliento

La mayoría de nosotros nos preocupamos por el mal aliento o halitosis. Entre las principales causas de este problema están:
  • Los alimentos muy condimentados, el tabaco y la cafeína.
  • La ingesta continuada de  grandes cantidades de ciertos alimentos, como el ajo o la cebolla.
  • Los problemas digestivos.
  • Cualquier afección que induzca un contaminación virica o microbiana, como por ejemplo: catarro y gripe; infecciones de garganta y senos paranasales; o dientes con caries.
  • No limpiar adecuadamente los dientes y la boca con el cepillo y el hilo dental.
  • Las dietas restrictivas y ayunos muy prolongados. Al no comer regularmente, no se estimula la secreción de saliva, la cual ayuda a mantener la boca limpia y fresca.
Para combatir el mal aliento se recomienda limpiar los dientes y la boca con cepillo e hilo dental al menos dos veces al día, preferiblemente después de cada comida. También puede ayudar la limpieza de la lengua con un cepillo. Los colutorios pueden ayudar. Uno muy recomendable y sencillo es el agua con sal y bicarbonato.

Si sospechas que tu dieta es la causa del mal aliento, trata de comer alimentos menos condimentados o sazonados y reduce el consumo de café. Si el problema persiste, plantéate la idea de contratar un seguro dental, para que puedas acudir a un dentista que revise tu boca, o a tu médico para que descarte la existencia de un problema digestivo.




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